jueves, 24 de diciembre de 2009

Navidades?

Cómo son las Navidades en Kabul?
No hay luces por las calles, ni anuncio de Freixenet. El Almendro no vuelve a casa y si hay muñecas no son de Famosa.
Los operarios locales, demostrando comprensión por las tradiciones occidentales entregan tarjetas de navidad, especialmente a los que creen son católicos.
Hay un responsable logístico que busca los pavos, el Moet&Chandon, los voluntarios para cocinar... y los reúne en una casa el día 24 por la noche. Alguien se ocupa de la música, hay una brigada de limpieza, en un momento determinado los mayores se retiran a sus respectivas casas y entonces la fiesta empieza...
Hay una chica que propone su casa como lugar de la fiesta y se come el marrón de poner orden.
Hay un día 25 soleado, con resaca, comida de Navidad, sauna y película. Qué pelicula? Bee movie.
No hay regalos. O a mí no me los han hecho! Tampoco yo he hecho regalos. He llevado pastel a los guardas, hecho ejercicio y propuesto ver "Cool Hand Luke" (La leyenda del indomable - horroroso título en España).
Lou Reed nos ha dicho que es un día perfecto a la hora de comer. Nos lo hemos creído, aunque hemos decidido no caminar por el lado salvaje. Alguien ha ofrecido salón y crepes para la película.
El 27 es fiesta. Local. Banderas a la calle. Multitudes. Nosotros estaremos en la urbanización. Veremos que pasa en Al Jaezera, seguiremos haciendo ejercicio, preparando informes, cocinando, leyendo, viendo películas, escuchando canciones.
Ah, Feliz Navidad!!

sábado, 5 de diciembre de 2009

Air America

No la habéis visto? Es la de los pilotos de carga en la guerra de Vietnam. Con Mel Gibson. Ese grupo de inadaptados que hacen volar camiones con alas mientras huelen a Napalm. Y a qué viene ésto? No es la película que he visto este fin de semana. De hecho no he visto ninguna película este fin de semana. Es a lo que me recuerdan los pilotos de los RED (los aviones de la cruz roja). Supervivientes de muchas guerras. Algunas olvidadas. Pilotos sin azafatas, ni Ray-Bans, ni relucientes uniformes. Gente que muchas veces, demasiadas veces, no sabe que se va a encontrar en el aeropuerto de destino. Con uno de ellos me junto en el gimnasio los viernes por la mañana. Nos saludamos, elegimos la música que vamos a escuchar y nos dedicamos a sudar la resaca, sin hablar, sin una sonrisa, como si fuera otra parte del trabajo. Qué música? Este fin de semana Rolling Stones el viernes. Hoy, yo solo en el gimnasio, The Who. Después vuelta a casa, discusiones, sobre todo políticas, aunque hoy también sobre la fiesta de despedida de uno de los compañeros. Un intérprete que termina misión después de dos años y medio en Kabul. Dejará muchas historias y un hueco en el sofá, que ocupa todo el tiempo cuando no trabaja, viendo las noticias de cuatro cadenas diferentes. Aunque quizás la más sorprendente, la que más se repite entre los delegados, es su capacidad para calmar a los prisioneros, para hacerles ver que su situación podría ser mucho peor de la que es, y que deben seguir con ánimo. Volverá. Ah, el libro. Es "El llano en Llamas", de Rulfo, que inexplicablemente, y después de tenerlos en las estanterías de mis últimos tres pisos, nunca había leído.