viernes, 28 de octubre de 2011

What about me?

It has been a long time since I last wrote in English in this blog. I assume that, my English - speaking friends do not even bother anymore to check if there are any news, short stories or just a photo or indication about where I am.

So today, and before we cut the generator (so i have to cut de crap fast and go straight to the point), I am doing so. Giving an update, telling what I have been doing and what I am supposed to do next.

I am writing from Makanza, or Mankanza, a small village on the beach of the Congo River, in the DRC side. I have come here as part of a routine visit to all the bases where we have on - going projects. That might not mean a lot to you now but, this means 3 bases in the Equator, 1 in the Oriental Province, 2 bases in Sud Kivu and 1 Base in Katanga, plus de coordination bases in Bukavu and Kinshasa. Telling it this way, it sound a lot, and it is loads of kilometres in a huge country as DRC, where there is mostly no roads, and most of the communications must be done using the river/lake transport and the aleatory ECHO or UN flights.

So that's the place where I am. You know what I do. Logistics. So I am responsible to the logistics in this country for the organisation, trying to bring in goods and people, storing them (the goods) and taking them to the places where they are needed (the goods, and the people). Basic staff if I had not told you before about the transport complexities of this country.

When I say that I do it, it is not true. There is always somebody else who does it. I try to put all of them together, get them deliver good results, protect them from the frustrations of all expats who thinks that, if DHL can deliver with 24 hours from London to New York, it should not be so difficult to do the same within one country.

And they are so wrong. It hardly ever happens. When we, all logisticians, sit together around one table we share deceivement, anger and, definitely some beer. Because beer is the only thing is always there, on time, even cold. Price is other story. The prices raise as the difficulties with the transport, and believe me, to bring beer into some places of this country is really difficult.

So that what I do, and what I have been doing for nearly the last six months and. in one month I am finishing doing so. I will pack my bags, and fly back to Spain, get some real food, good sleep, clean my bike, and start getting ready for my skiing season.

What's next? Maybe is up to ICRC, or any other organisation who proposes me to go somewhere else.May be I find a job in Europe. May be you have some tip, a brilliant idea or you need a logistician, cost optimiser,  project enable, or whatever you can call me these days.

The only sure thing is that, in one month, I will be back in Huesca. And that alone already sounds great :-)

martes, 25 de octubre de 2011

Yo le quería contar que el azar ...

     No voy a dar un premio al quién siga con la letra de la canción, que sois muchos y muchas...simplemente me ha venido a la cabeza cuando, al abrir el blog, se me han acumulado las ideas que tenía guardadas, lo que yo quería contar, con la petición de noticias, de historias de viajes y visitas.

      Supongo que es más sencillo ir a lo segundo, dado que no tengo nada extraordinario que contar, ni ninguna histora ha quedado bien terminada.

     Estoy en un sitio que se llama Makanza. Un sitio donde se llega en lancha, navegando por el río Congo, donde no hay coches ni Coca - Cola.

       Interesante lo de la Coca - Cola. Es el primer lugar del mundo donde he estado, hay un bar, y no hay coca - cola. Hay Primus y Turbo - King. Y hay granadina Vital'O.

        El dueño del bar me dijo que, un día dejaron de traerla. Me ha prometido que, al próximo repartidor que pase, le pedirá un par de cajas. Si. Cuando pase. Aquí no hay e - procurement, SAP, fax, ni siquiera teléfono. La gente aprovecha las embarcaciones que pasan para envíar mensajes de un poblado al otro. La verdad es que, pensándolo bien, es lo más parecido al "beer game" que he visto.* 

         No le dije que, la Coca - Cola llegaría demasiado tarde, que mi barco partirá el sábado y que, probablemente no vuelva nunca más a Makanza. 

         Si todo va bien, esa Coca - Cola me la tomaré en Mbandaka, al llegar después de 7 horas de barco y de allí, a Kinshasa, y de Kinshasa a Bukavu. Y en Bukavu, en Bukavu a contar los días para el fin de la misión.

Tic tac, tic tac, tic tac

* Nota para los no logistas: el "beer game" es un juego que se emplea en los cursos para demostrar la importancia de la comunicación entre los diferentes eslabones de la cadena de aprovisionamiento. Toma ya! 


lunes, 11 de julio de 2011

Y por qué no había pensado en ésto?

Un mercadillo. Un libro que llega de Hawai hasta Londres. Pegamento, tapas viejas y olor a mar. Me encanta.
También el comentario de María...le pondré yo el final
Laura Andres
  • Hola Ruben, que tal estas? y donde? Hace unas semanas lei tu post en Facebook en relacion a los libros y te quería haber escrito entonces, pero me fui de vacaciones y se me fue pasando, asi que te escribo hoy sin falta, no se si te servira de inspiración... Hace unos meses estaba hablando con una amiga sobre libros y me recomiendo dos, uno era The Horse Boy, y otro Memoirs of a Geisha. Al cabo del tiempo me compre el primero. Asi que llevaba en la cabeza comprarme el segundo cuando lo viera. Vivo en Greenwich y hay un mercado muy chuli los fines de semana, venden de todo, comida de todas partes, muniecos, bolsos, camisetas ect. pero también hay un puesto de libros de segunda mano, y cual seria mi sorpresa al encontrarme el de Memoirs of a Gheisha, asi que por £3 libras no lo dude ni un segundo. Se nota que esta usado y bien usado, (le tuve que poner pegamento en el lomo para sujetar unas paginas que se habían despegado). A mi eso no me importabal, total, me iba a llevar el libro a la playa y estaba preparada a que se llenara de arena, agua, crema... Estando en casa vi la dedicatoria: Sheila P_lcus March/April 1999 Hawaii Me hizo gracia que el libro hubiera viajado de Hawaii a Londres y yo me lo fuera a llevar a Espania. Creo que una vez que me lo lea se lo pasare a una amiga que le encanta leer pero la pobre destroza los libros, incluso los que no son suyos... Asi este ya viene roto y no se sentira tan mal. Lo firmare tambien y le dire que lo siga pasando... Bueno, un beso Laura

sábado, 25 de junio de 2011

Historia de un libro

Ese va a ser el título. Decidido. Y voy a contar de qué va el tema. Incluso a pedir vuestra ayuda. El narrador de mi historia es un libro. Un libro que pasa de mano en mano, y viajando en el fondo de una mochila.

El lugar donde empieza la aventura de este libro, que nos cuenta las costumbres sobre sus dueños, lo he puesto yo.

De momento no os lo voy a dejar leer, pero estoy bastante orgulloso. Un primer capítulo clásico, de introducción del personaje principal, el libro, y de cómo empezó su peregrinar, desde una librería en Londres, hasta un pequeño pueblo de un país en África Central. Describe a su primer compañero de viaje – que sería yo – y sus manías – las mías – y al que se lo entrego.

A partir de aquí, la novela tomará el rumbo que queramos. Cuál será su nuevo destino? Si alguna vez habéis llevado un libro con vosotros durante un viaje, y, después de leerlo se lo habéis entregado a alguien, o habéis soñado con hacerlo, o lo queréis inventar, y os apetece que lo sume al viaje de mi libro, enviadme unas líneas.

Así es que todavía no sé cómo acabará sus días este libro de bolsillo. Espero que me ayudéis a decidirlo.

jueves, 16 de junio de 2011

Reconciliación

Hace muchos, muchos años, en una escuela de una pequeña ciudad de provincias, venían misioneros a mostrarnos diapositivas en las que nos enseñaban las condiciones de vida en África y la labor que desempeñaban.

Imagino que, en aquel entonces, todavía sentíamos que esos misioneros, amigos de nuestros profesores, eran unos héroes. Se enfrentaban a mil peligros, y viajaban a lugares desconocidos para ayudar a los más necesitados.

Los años pasaron, y en los libros de historia nos encontramos las barbaries cometidas en el nombre de la fe, escuchamos la desenfocada visión de la realidad por los dirigentes (y casi nunca diligentes) gestores de la iglesia y, siguieron apareciendo escándalos de además se trataban de encubrir.

Poco a poco, todas esas negativas imágenes fueron arrinconando el recuerdo de esos misioneros viejecitos que venían a contarnos historias y enseñarnos diapositivas.

Hace un mes que he llegado a Bukavu, en la República Democrática de Congo. En este mes, he conocido ya parte de la realidad del país. De esa realidad esbozada en diversos medios pero siempre sesgada por los mismos.

La Realidad constatable y que yo he constatado es: un país con una densidad de población inferior a la de los Monegros, unas infraestructuras paupérrimas, corrupción en diferentes estamentos, regimientos del ejercito que desertan en bloque, guerrillas que siguen campando a sus anchas por determinadas zonas del país y un puñado de ONGs que luchan por conseguir los fondos asignados por las grandes potencias internacionales.

También he encontrado algo más. Una monjita de Vigo, de más de 80 años, que dirige un taller de costura, en el que jóvenes adquieren un oficio y que, con los beneficios, mantiene una escuela y un pequeño centro ortopédico. También un taller de capacitación profesional donde adolescentes aprenden a ser torneros o soldadores bajo la supervisión de un viejo padre francés.

Estos dos encuentros y un pin de antiguo alumno salesiano en la solapa de un empleado de UNICEF me han devuelto momentáneamente a la niñez, a una pequeña sala de actos, rodeado de un grupo de mocosos, mirando las obras de esos misioneros viejecitos, que no tratan de inculcar la fe, sino un oficio, y las ganas de vivir en unos jóvenes que no tienen nada.

Cuando vuelva a Huesca, y pase por delante de mi antiguo colegio, recordaré a esos religiosos y religiosas que deciden hacer algo por otra gente, de verdad, y no a cambio de besar crucifijos o proclamar la existencia de lo intangible. Supongo que como al escribir estas líneas sonreiré y recordaré la sonrisa de ésos que dan sin esperar recibir nada a cambio.

lunes, 2 de mayo de 2011

La vida en una piragua

Hace poco más de un mes, partí una vez más, hacia lo desconocido. Una vez más tenía que llegar a un entorno nuevo, adentrarme en una cultura diferente e intentar hacer mi trabajo de la mejor manera posible. Hoy, dejo atrás más de un mes de intenso descubrimiento de África. En el camino he descubierto un río mítico por el que navegó La Reina de África, las piraguas, lo que es una jungla tropical y a la humanidad en su estado más básico de subsistencia. He recorrido 300 km de río con un equipo al que he hecho trabajar de sol a sol, cargados de mercancías para gente a la que normalmente no le llega nada. Me he adentrado en la jungla, a veces abriendo paso a machetazos, he descubierto la fertilidad infrautilizada del ecuador congoleño y, me he encontrado con tribús de pigmeos que sobreviven a base de lo que pueden recolctar de los árboles y pescar en sus ríos. Durante este camino, ademas de mi equipo, mi cámara y mis libros han sido mis fieles acompañantes. Éstos últimos, escritos por Italo Calvino, David Trueba y Eric - Emmanuel Schmidt, se quedan aquí, a la espera de que alguién los vuelva a llevar en otro viaje. Me dejan una idea, o mejor, dos. Un proyecto sobre un libro, o un viaje. O un libro que viaja. No lo sé. Os lo contaré en otro momento.

viernes, 25 de marzo de 2011

Dejarse llevar...

Suena mientra preparo la maleta:
Copenhague.
Me acompañará durante el viaje. Dentro de un nuevo ipod cargado de música francesa, otras canciones de Vetusta Morla, y La Sonrisa de Julia, y los clásicos, si, Radiohead y Sabina, voces de cantoras de jazz que me susurran al oído mientras, duermo, leo o escribo sentado en mi asiento del avión.
El corría nunca le enseñaron a andar se fue [...]
Otra vez he preparado una maleta hacia lo desconocido.
Ahora tengo más práctica. Sé lo que me puede hacer falta. Lo que agradecerán mis nuevos compañeros.
Películas nuevas, jamón, aceite de oliva.
[...]El valor para marcharse el miedo a llegar [...]
Mosquitera, barritas energéticas y ropa cómoda para el terreno.
[...] Dejarse llevar suena demasiado bien [...]
Ilusión por pisar el terreno, por sentir que puedo ser útil, pero sobre todo, que puedo ser capaz.
Trabajar bajo la presión del tiempo, llegar con más problemas enumerados que soluciones discutidas.
[...] Jugar al azar [...]
Y la esperanza de poder cruzar a Kinsasha un fin de semana.
[...] Nunca saber donde puedes terminar o empezar [...]

sábado, 19 de febrero de 2011

La Inspiración (y 2)

Se me preguntó ayer, a raíz de una entrada en otro blog, sobre la inspiración. sobre cuánto tardo en escribir algo. Mi primera respuesta fue prácticamente inmediata. Muy poco. Después, y tras darle vueltas a la pregunta, creo que he llegado a la respuesta. Tardo poco porque nunca me pongo a escribir. Al menos no como una obligación. Escribo mucho. Y lo hago sobre diferentes temas. A veces intento plasmar algo de lo que siento. Otras, contar lo que he visto o lo que he leído. También desarrollo, de vez en cuando, alguna ficción, aunque parte de una base más o menos real, e incluso auto - biográfica. Pero. En todos los casos anteriores, solo lo hago cuando la idea me viene a la cabeza. O mejor aún, cuando ya está en la cabeza. Es por ello que, una vez que empiezo a plasmarla sobre el papel, o la pantalla, fluye sola. Otra cosa es cuando he tenido, o tengo, que desarrollar un documento para mi trabajo. Es diferente. Estoy sentado delante del ordenador. Suelo tener una pizarra. Rotuladores de varios colores. diferentes documentos y libros abiertos. Notas en varios cuadernos. Me levanto. Voy al baño. Vuelvo. Me paseo. Me acerco a la máquina de chocolatinas o, a la nevera si estoy en casa. En algún momento, quizás, vendrá la estructura, parte del contenido, las recomendaciones que quiero dar y el tono que debo adoptar. Es igual. En este caso nunca será perfecto. No sé si, me pusiera a escribir profesionalmente, con la obligación de llenar el folio sobre un tema me pasaría lo mismo. Simplemente lo hago. Escribo sobre un tema cuando se me ocurre, donde se me ocurre y utilizando los medios que tengo en ese momento a mi alcance. Páginas en blanco de libros que estoy leyendo, libretas que tan amablemente dejan los hoteles en sus mesillas, el ordenador, el teléfono, la moleskine o el folleto del parque de atracciones. Hay veces que reviso, corto, pego o recompongo. En otras ocasiones vuelco directamente lo escrito sobre este blog. Algunas veces acaban en la librería, olvidadas reflexiones dentro de un libro que no volveré a abrir, en salas de embarque o en habitaciones de hotel. Supongo que siempre guardo la vanidad de pensar que alguién descifrará mis garabatos y se quedará pensando un ratito sobré lo que he intentado expresar.

jueves, 10 de febrero de 2011

Un descubrimiento

En una mesilla de alguien amado. Allí me encontré a Eric – Emmanuel Schmitt. Un libro de bolsillo, ajado de viajar varios continentes. Con un descapotable levantando el polvo del camino y dejando el sol tras de sí. “Ulises sobre Bagdad”.

La Odisea de Saad Saad, que significa, como el propio Saad Saad indica, esperanza en arabe, tristeza en inglés. Un viaje de supervivencia para el, y un viaje de descubrimiento para mí.

Saad Saad no quiere ser un héroe. Solo quiere salir de su país. Llegar a un lugar mejor donde podrá ahorrar para sacar adelante a su familia, que sufre en Irak.

Este viaje además me introduce en el autor. Un escritor sensible, con una inmensa capacidad de retratar los sentimientos de los protagonistas con pocas palabras, de descubrirnos paisajes, lugares y personas en breves párrafos.

Y tras Saad Saad, me encuentro con Joseph. Y Joseph es “el hijo de Noé”. Otro viaje. Otra aventura por la supervivencia. Esta vez lo encuentro en, sorpresa, una librería de Huesca, y sorpresa, en el francés original.

Y sigo a Joseph en su tránsito hacia la adolescencia, en una doble vida que esconde el más peligro secreto. En una adaptación a los ritos cristianos mientras, por la noche, se sigue instruyendo, junto al Padre Pons, en las tradiciones hebreas

El también viaja, aunque no sepa el porqué, viendo sobre sus ojos de años lo que pasa alrededor suyo sin acabar de comprenderlo.

Ahora que tengo frente a mí estos dos libros. Los dos evocando un gran viaje de la historia de la humanidad, los dos transmitiendo el viaje de una persona solo deseo poder encontrarme el tercero de los viajes narrados por Schmitt.

No lo voy a encargar. Estoy seguro que me encontrará en el lugar más insospechado, para llenar las horas de otro viaje, el mío hacia un lugar ahora, y todavía, no definido.

viernes, 28 de enero de 2011

Invisible

Vacaciones...qué hacer...qué leer... Me encuentro mirando la estantería. Muchos libros pendientes. Y de repente, encuentro Invisible. Auster para mi puede ser un acontecimiento, un estremecimiento o, una tremenda decepción. Es mi Sabina en escritor. Sé que, probablemente no escribirá nada que me guste tanto como lo que ya ha escrito. Pero tantos años de buenos momentos, tantos años de tocarme el corazón y de incitarme a imitar su forma de escribir, merecen el comprar su nuevo libro. Escuchar su nuevo disco. Así que tengo Invisible y tiempo. Una tetera, un buen sofá, la luz adecuada y las madrugadas. Y me encuentro otra vez con él. Desarrolla la historia en varios planos. La historia de un brillante estudiante de letras en Columbia. Este brillante estudiante cuanta la primera parte en primera persona, para luego, dejar paso a un narrador externo, un antiguo colega de universidad que, a través de la lectura de un manuscrito. pone voz a la historia de nuestro protagonista. Y te atrapa. La historia te atrapa. Necesitas saber más. Necesitas que el protagonista te cuente más cosas de su vida. Y en parte lo hace. Faltan fragmentos. Elementos que te permitan saber si ha disfrutado de una vida adulta plena, si realmente, ese brillante estudiante ha lamentado lo que hizo o lo que no hizo durante toda su vida. El final. Supongo que a cada uno le gustan los finales de forma diferente. A mí, me parece embarullado, en cierta parte innecesario y mal conectado con el hilo de la historia. Tal vez a ti te guste.